14 ene 2010

Haití

AP
El Universal
PUERTO PRINCIPE Jueves 14 de enero de 2010
21:34



A sus nueve años de edad, atrapada bajo los restos de su casa derrumbada, clamaba por ayuda con gritos que sus vecinos escuchaban mientras con la mano escarbaban entre tierra y escombros.

Habían transcurrido dos días del fuerte sismo que derribó la vivienda de bloques de hormigón y dejó atrapada a Haryssa Keem Clerge en el sótano.

Varios amigos y vecinos resistieron los temblores secundarios para ascender sobre los escombros, en uno de los centenares de inmuebles abatidos que virtualmente oscilaban sobre la pendiente de un barranco.

En una ciudad repleta de gente que aguarda desesperadamente más asistencia de la que pueden dar los vecinos, nunca llegó la ayuda suficiente para Haryssa.

Unas cuantas horas después de que sus gritos renovaron la esperanza de los socorristas, el cuerpo inánime de la niña fue finalmente retirado de una maraña de concreto y metal.

Envuelta en una toalla verde, fue colocado en un cajón suelto de escritorio. Sin ningún lugar adonde llevarlo, el cadáver fue entonces dejado en el capó de un vehículo desvencijado.

''No hay policía, no hay nadie'', dijo la madrina de la niña, Kettely Clerge.

Un día antes, la madre de la pequeña, Lauranie Jean, fue retirada de los escombros de la misma casa.

El jueves estuvo gimiendo en una tienda de campaña donde los voluntarios le untaban pomada en las heridas abiertas en los costados.

En todo Puerto Príncipe se desarrollaban el jueves tragedias similares. En la escuela St. Gerard, la joven Cindy Terasme rompió en sollozos cuando alcanzó a ver los pies de su hermano Jean Gaelle Dersmone, de 14 años, que sobresalían entre los restos del inmueble. El niño estaba muerto.

Igual ocurrió con otra alumna, identificada por ahora sólo como Ruth, cuyas piernas cubiertas de tierra pendían de un muro derribado bajo el que había quedado atrapada.

Un número indeterminado de personas siguen sepultadas entre escombros por el sismo que con magnitud 7 azotó a Haití el martes y derribó casas, edificios y un hospital infantil.

fml

Haití

Tenía que pasar este fenómeno natural para que el mundo entero volteara nuevamente hacia este pequeño país, con más del 80% de su población en pobreza, dividida política y socialmente y la sociedad reprimida por el ejército estadounidense y los cascos azules.
No debemos esperar a que ocurra otro fenómeno así para que nos demos cuenta que hay gente en América, África, Asia y Europa muriendo de hambre, marginada social y culturalmente, así como, poblaciones enteras viviendo en la más misera educación y desarrollo intelectual que todo ser humano y sociedad necesitan para desarrollarse y crecer. ¿Qué habría pasado si Haití contara con la infraestructura adecuada, como aquellos grandes edificios que tienen las grandes potencias, o mínima mente contar con el abastecimiento alimenticio, que fuera de su propia producción, sin depender de terceros? ¿Ahora van a quedar endeudados y entregarán lo que ya no tienen a cuenta de los préstamos o 'donaciones'?