En el año 2008 hizo su aparición por primera vez el malware Conficker, un gusano que al entrar a cualquier sistema operativo Windows, desactiva varios de sus servicios, como Windows Automatic Update, Windows Security Center, Windows Defender y Windows Error Reporting.
Después de casi cuatro años, cualquiera pensaría que ya no podría causar demasiados inconvenientes con los avances de los antivirus, pero no es así, y según un estudio de amenazas contra la Seguridad de Sophos, aún se mantiene como el más activo a nivel internacional con casi el 15% de todos los intentos de infección.
Conficker, que en marzo de 2009 había contagiado el 6% de las computadoras del mundo, debe su supervivencia gracias a que mantiene su agresiva capacidad de propagación, a lo que se suma además una mala adopción de medidas de seguridad básicas por parte de los usuarios.
Es por ello que es absolutamente necesario instalar todos los parches de seguridad lanzados por las compañías de software para evitar inconvenientes, además, tener cuidado con los navegadores, reproductores multimedia, software web y cualquier otro software que se conecte a la red”.
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