A estas alturas del verano todos hemos pasado ya alguna noche cogiendo frío en los riñones, tumbados boca arriba en la arena de la playa, en medio del monte o en la azotea de la ciudad de la que no hemos podido escapar.
Y todo por contemplar la lluvia de estrellas más famosa desde que Bertín Osborne mandaba a la gente a perderse en la niebla. Las Perseidas llenan nuestro firmamento de las llamadas Lágrimas de San Lorenzo, estrellas fugaces a las que pedir deseos y a las que fotografiar con resultados casi siempre espectaculares. Pero nunca podremos inmortalizarlas como se hace desde la Estación Espacial Internacional. Y aún hay más.
Ron Garan, astronauta de la NASA y ocupante de la ISS, es el autor de esta espectacular fotografía en que un fragmento de esas Lágrimas de San Lorenzo entra en la atmósfera terrestre.
No resulta muy diferente en su aspecto de cualquier meteorito de los que ocasionalmente podemos distinguir a simple vista en el cielo, con la particularidad de que este cae hacia abajo “desde” el punto de vista del fotógrafo en lugar de caer “hacia nosotros” desde donde lo contemplaríamos cualquier simple terrícola con los pies en el suelo. ─[Discovery / Imagen: Ron Garan/NASA]
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